Hace algún tiempo vi el comienzo de la película Cómo ser John Malkovich. Era uno de esos días en los que andaba cambiando de cadena y, sin querer, me topé con una película interesante. Aquella vez no pude terminarla. No me acuerdo del porqué. Aunque sí que recuerdo que antes de tener que dejar de verla me estaba gustando mucho, especialmente por la originalidad de su propuesta.
Ahora he tenido
ocasión de verla entera. Es innegable que es una de las películas más
originales que haya visto, quizá un poco absurda y surrealista, pero original
100%. Aunque es una película que no me ha terminado de calar (me refiero a ese
fenómeno que ocurre cuando continúas dando vueltas y vueltas a la cinta varios
días después de verla), creo que sí merece alguna mención por mi parte.
Cómo
ser John Malkovich es del año 1999, del director Spike
Jonze, un cineasta que según he visto ha dirigido más vídeos musicales que
películas. Está protagonizada por John Cusack, Cameron Díaz, Catherine Keener y
John Malkovich, el cual hace de sí mismo (o de algo parecido). Me ha gustado
especialmente la interpretación de Catherine Keener, una actriz a la que nunca
he echado cuentas, pero que el hecho de haberla visto recientemente en tres
películas (Capote, The Oranges y ésta), en tres roles tan distintos, ha
provocado que le preste una especial atención. En este caso encarna a la
seductora Maxine, un papel con tintes de mujer fatal que le sienta como un
guante. Se hace creíble que el propio John Malkovich caiga rendido a sus pies.
Creo que la película
va perdiendo fuelle conforme se desarrolla. Es el problema de las películas
originales, que cuando han conseguido encandilarte, les resulta muy difícil
mantenerte con la boca abierta sin que de ésta termine saliendo algún bostezo.
En mi opinión, Cómo ser John Malkovich
acaba cayendo en el absurdo, acaba enredándose demasiado sobre sí misma hasta
el punto de que el interés y la sorpresa caen con cierto estrépito. De todas
formas, es una película que no sólo se deja ver, sino que se deja disfrutar. Es
necesario y hasta enriquecedor que se hagan películas de este tipo. No seré yo
quien cargue contra ella más de lo estrictamente imprescindible.
P.D.- Prestad
especial atención a los cameos de Charlie Sheen. Su conversación con John Malkovich
no tiene desperdicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario